>> Experiencia cinematográfica
El cine es una herramienta mágica y accesible que goza de
cualidades educativas singulares para el trabajo curricular: permite el trabajo
en grupo; favorece la motivación del alumnado; propicia la realización de las
actividades escolares desde una perspectiva globalizadora y es un buen
instrumento para el tratamiento de los temas transversales.
El lenguaje del cine convierte a los chicos en los protagonistas en el acto de producir y de decir. Les enseña a escuchar y a escucharse. Y de este modo, no sólo se apunta a revertir el proceso de deterioro en la capacidad expresiva oral y escrita, sino también a salvar la brecha entre la escuela y los medios digitales de comunicación.
Contar historias en cine apunta a re-elaborar contenidos, a asumirlos desde la perspectiva del sujeto, a reconocer distintos puntos de vista, a abordar un conflicto y tratar de desenmarañarlo a través de la creatividad, el entretenimiento y el trabajo en equipo.
La lista de las virtudes del lenguaje cinematográfico es larga y,
para el caso, es más importante experimentarlas que analizarlas. Y sobre todo
(si hablamos de su función didáctica) es sumamente importante poder
transmitirlas.
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